domingo, 1 de julio de 2012

Abuela


















Las toneladas de besos

a la entrada y a la salida,
jueguemos a regar las plantas
con el tachito de lavandina.
Las manos arrugadas
quemadas por la falta de tacto,
el sillón al lado de la mesita
las chalinas en el regazo.
El olor a violeta
de las uvas en el verano,
el naranjo,
el lavarropas vacío en el patio.
La terraza, las plantas
la tele siempre en mute
vayan a jugar, que sino acá se aburren.
El olor a cariño
las flores de plástico
los recuerdos de mi infancia
una y mil veces contados.
Para los ojos, el pañuelito
los cuentos para dormir
y los paseos en cochesito.
El espejo grande del baño
la sopita de verdura,
el ruido del mate
y el calorcito de la estufa. 
Cambiemos de pañuelitos,
miremos por la ventana
que seguro pasa un caballito.

Las historias de la inmigración
y a los 14 años la embarcación.
A las 8 viene Mary
no te vayas, por favor.
Yo me acuerdo de vos
de cuando dormíamos juntas
y me ponias tu camisón


Te quiero abuela.
No llores Ailén,
Yo ¿Cómo no te voy a querer?